La grasa localizada y la celulitis ¿se tratan igual?

Estas dos son las protagonistas a tratar en cabina durante la campaña de tratamientos corporales, pero la grasa localizada y la celulitis ¿son lo mismo? ¿se tratan igual? ¡Te contamos más a continuación!

Las diferencias visuales entre la grasa localizada y la celulitis

Aunque en ocasiones pueden presentarse ambas alteraciones, la grasa localizada y la celulitis son fenómenos completamente distintos.

En el caso de la grasa localizada presenta una acumulación de tejido graso en una zona concreta. Anatómicamente, la grasa localizada se diferencia por un aumento de volumen corporal que, en muchas ocasiones, va de la mano de un sobrepeso. La piel se ve lisa pero la zona aumenta de volumen y los contornos se muestran más redondeados.

Sin embargo, la celulitis implica una alteración del tejido graso provocando así su aspecto rugoso (lo que llamamos piel de naranja). Al crearse pequeños nódulos la piel se muestra mucho más rugosa e imperfecta. Ésta se presenta en el 90% de las mujeres y nada tiene que ver con el sobrepeso o el estilo de vida, aunque unos malos hábitos alimenticios o el sedentarismo empeorarán su estad. Por lo tanto, la celulitis también está presente en mujeres que dedican su vida al deporte, cuidando al máximo todos los aspectos relacionados con su salud y tampoco ellas se libran.

La función de la grasa localizada

Pero volviendo a la grasa localizada, que puede estar asociada o no a la celulitis, cumple funciones esenciales en nuestro organismo ya que el tejido subcutáneo adiposo está muy vascularizado e inervado. Se encarga de regular la temperatura corporal, ofrecer protección ante golpes, actuar como aislante térmico dificultando la dispersión del calor corporal y generando calor gracias a la oxidación de los triglicéridos.

También afecta al metabolismo corporal liberando sustancias similares a las hormonas por lo que es el almacén de energía más importante y el encargado de modelar la figura del cuerpo.

El caso es que cuando una persona tiene grasa localizada es porque los adipocitos retienen más grasa de la necesaria bien por motivos genéticos, por cierto sedentarismo y otros diferentes factores.

El tratamiento de la grasa localizada

Generalmente, el tratamiento de la grasa en cabina se trata de adiposidades localizadas, y normalmente en zonas como el abdomen, flancos, muslos o incluso doble mentón. Cuando realicemos un tratamiento para la grasa localizada, tendremos que tener en cuenta el tiempo que lleva esa grasa localizada ahí (esto podemos descifrarlo por su grosor y dureza).

La grasa localizada más gruesa y dura al tacto será la más compleja de tratar, incluso a través de acciones lipolíticas como los tratamientos de cabina o dietas. Por el contrario, si el depósito de grasa se metaboliza a menudo, dando paso a “nueva grasa”, la grasa localizada será más delgada y suave al tacto y, por lo tanto, más receptiva a las acciones lipolíticas.

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