Tratamiento drenante con aparatología
En este post encontrarás un vídeo de protocolo de tratamiento de drenaje con tecnologías combinadas
La acumulación de líquidos puede ejercer presión sobre las venas dificultando todavía más la circulación de retorno. Además, tanto la acumulación de linfa como las varices producen pesadez y dolor, por lo que ambas sensaciones se verán intensificadas, y empeoran otras patologías como la celulitis o incluso la flacidez.
La importancia de un buen drenaje linfático
El drenaje linfático es una técnica que se aplica con el fin de activar la circulación linfática y cumple una doble función:
Función Depurativa: eliminar del organismo las toxinas y sustancias de desecho.
Función Protectora: modula la respuesta del sistema inmunitario frente a bacterias, virus y otras sustancias extrañas que puedan llegar al interior del organismo.
La linfa, líquido que recorre el sistema linfático, es la encargada de recoger todos los desechos de las células para que sean eliminados del organismo. Pero, en ocasiones, se produce un estancamiento de este líquido formándose edemas.
Por esta razón es uno de los tratamientos más importantes a la hora de realizar cualquier trabajo tanto facial como corporal, y sobre todo a la hora de comenzarlo, ya que un buen funcionamiento del sistema linfático nos asegura resultados.
Presoterapia y radiofrecuencia combinadas
La terapia más utilizada para realizar un drenaje linfático de forma mecánica es la presoterapia o masaje neumático. Pero el éxito de cualquier tratamiento es la combinación de terapias.
Sin embargo, La mejor manera de realizar un drenaje linfático completo, tanto superficial como profundo, es la combinación de presoterapia con radiofrecuencia capacitiva en atermia.
El equipo de presoterapia gracias a sus múltiples celdas superpuestas realiza una presión controlada movilizando la linfa y activando el trabajo ganglionar.
Por otro lado, la radiofrecuencia capacitiva trabaja los tejidos ricos en agua, y cuando la trabajamos en atermia, es decir sin provocar un aumento de temperatura en el tejido, activamos los procesos de bioestimulación.
Si queremos realizar un tratamiento de drenaje linfático completo, tanto superficial como profundo, lo ideal sería combinar estas dos terapias. Podríamos trabajarlas en días alternos dejando siempre al menos 48 horas entre sesión y sesión, para no saturar al organismo.
La aparatología no es la única manera de realizar un buen drenaje linfático, ¡en el siguiente post te explicamos cómo realizar un drenaje linfático con cosmética!