Pedicura con torno
En el post recogemos los conocimientos esenciales para realizar la pedicura con torno, las fresas más empleadas y cómo incorporarlo en tus pedicuras.
El uso del torno en servicio de manos y de pies cada vez está más extendido, y es que su uso cuenta con bastantes ventajas entre las cuales están facilitarnos el trabajo de estos servicios, así como la higiene que proporciona ya que resulta sencillo su esterilización entre servicios proporcionando así seguridad en nuestros tratamientos.
Ventajas de incorporar el torno
- Minimizan los tiempos de trabajo
- Son seguros
- Son fácilmente higienizarles
Puedes incorporar el torno en algún paso de la pedicura o que este sea el protagonista del tratamiento entero sin la necesidad de emplear prácticamente más utillaje. Existen muchos tipos de fresas de diferentes materiales y formas, repasamos los conceptos más esenciales y qué fresas son las más empleadas en un trabajo de pedicura con torno.
Fresas de torno en pedicura
Lo primero que debemos conocer es cómo se clasifican para saber identificar las que mejor se adaptar a lo que queramos hacer con ellas.
Grosor y formas
En el palito de la fresa veremos una línea que puede ser de color: negro, verde, azul, rojo, amarillo, blanco o naranja. Esta señal nos indica su grosor y como consecuencia si son más abrasivos o menos. En orden de mayor a menor sería el negro el más grueso y el naranja el menos.
Las encontramos de diferentes formas dependiendo de la zona a la que queramos llegar, pudiendo ser más cilíndricas, cónicas, redondeadas, etc.
Las cutículas y pieles que se forman alrededor de las uñas de los pies son mayor que en las manos, por eso el uso del torno en esta zona nos ayudará a tratarlas de forma segura y respetuosa, favoreciendo que no se acumulen durante el paso de los días.
Trabajo en seco o en húmedo
Higienización de los pies
Tenemos diferentes opciones en cuanto al uso del torno.
- Trabajarlo con la piel de los pies secos
- Ligeramente humedecida tras el baño
Sea como sea debemos antes de todo higienizar los pies. Podemos para ello emplear un producto limpiador específico y aclarar bajo el agua o retirarlo con una toalla de rizo húmeda.
¿Trabajo en seco o en húmedo?
La principal diferencia que encontramos entre el trabajo en seco o en mojado es que la piel, tras el baño, el estrato córneo retiene parte de esa agua y deja la piel más blanda, de tal modo que a la hora de trabajar cutículas con empujador nos va a resultar más fácil. También para cortar las uñas que puedan estar engrosadas, ya que también retienen esa humedad y la uña se mostrará más flexible facilitando el cortado.
Si trabajamos en seco, la piel estará más seca, con lo que la abrasión de las fresas será mayor. Esta abrasión segura, en el sentido de que elimina el peligro de que se produzcan cortes, pero debemos de trabajar con cuidado sobre todo en las partes en las que se encuentre muy cercano el crecimiento de la uña o la piel sin exceso de piel.
El orden puede alterarse en función del tipo de pie o los protocolos empleados por la profesional, pero las zonas que mejor resultado ofrecen con el torno son la zona de piel muerta que se acumula alrededor de la cutícula, zonas que han generado más queratina y talones.
Cutículas
Para el trabajo en seco de cutículas podemos ayudarnos de un empujador metálico para diferenciar la zona de células muertas que retiraremos con la ayuda del tono o podemos utilizar la fresa cilíndrica directamente, ya que, al estar la zona seca, se separará de la parte de la uña con la fricción de la fresa. Cabe recordar que en todo momento estamos trabajando sobre zona de piel muerta, que no se realizan cortes y que es un trabajo no invasivo estético. La parte “viva” de la cutícula protege a la misma y no se debe retirar. De igual modo que nunca presionamos si no que deslizamos de forma suave respetando la rotación del torno.Después, podemos emplear las fresas de ligera forma cónica para limpiar los restos y la fresa de bolita para perfeccionar y sellar la zona.
Talones y zonas de fricción
En estas zonas encontraremos una mayor parte de queratina, que se ha acumulado por un exceso de fricción, es importante que siempre quede esa zona más gruesa que el resto, ya que cumple su función protectora.
Las fresas más empleadas para el tratamiento de talones son las que incorporan a un capuchón de caucho una lima esmeril que se desecha cuando sus granos han perdido abrasión.
Al terminar el trabajo con torno, podemos perfeccionar con una lima de talones, o exfoliante mecánico, pero es importante en cualquiera de los casos aclarar con agua o con una toalla humedecida para retirar bien los restos de polvo que queden y así, que la crema que apliquemos por último se absorba correctamente.
Importante a la hora de esmaltar debemos de ser meticulosas a la hora de limpiar las uñas con una celulosa, ya que, si no quedan bien limpias, esos restos de polvo se quedarán en el pincel del esmalte y después es muy complicado de eliminar.
¡El resultado, unos pies suaves, bonitos y cuidados!